Manifiesto de los estudiantes.

La situación en la que el Conservatorio Superior de Música de Aragón se ve inmerso desde hace casi dos meses ha generado una importante polémica tanto dentro como fuera del centro. No obstante, también la desinformación, la demagogia y el oportunismo mediáticos o el empleo de criterios erróneos a la hora de emitir un juicio han inducido a una flagrante distorsión de la realidad en un importante número de aspectos ante la opinión pública aragonesa.
Hay, sin duda, todo un abanico de puntos de vista divergentes acerca de las recientes protestas del alumnado del CSMA (que han incluido encierros, colocación de pancartas, sentadas, etc.). Sin embargo, los alumnos consideramos que han existido y existen razones más que suficientes para haber llevado a cabo estas protestas, así como que no se deben sólo a un capricho o a una necesidad injustificada de agitación. Tampoco defendemos la ilegalidad ni enarbolamos la proclama maquiavélica “el fin justifica los medios”, en contra de aquello de lo que algunas voces nos han acusado injustamente.
Las razones del alumnado son muchas y contundentes. Sirva este manifiesto para reivindicarlas y aclararlas a su vez:

DESCRIPCIÓN DE LA PROBLEMÁTICA

1.- El núcleo duro del problema al que nos enfrentamos es la ausencia de una normativa específica que regule las Enseñanzas Superiores de Música. Estas enseñanzas se enmarcan dentro de la legislación de la Enseñanza Secundaria, con la que difieren tanto en métodos como en finalidad y objetivos.

2.- Los contratos a Especialistas que ahora se han denunciado llevan concediéndose desde hace diez años en un marco de completa alegalidad y con la connivencia de una Administración que ha actuado tarde a la hora de regular un sistema de contratación adecuado pero dentro de los límites legales. Además, lo improvisado de la reacción administrativa supone, a todos los efectos, un empobrecimiento de la calidad de la enseñanza en el centro, ya que la citada legislación de secundaria no permite satisfacer los criterios de calidad que deberían ser no sólo deseables sino exigibles para el profesorado. Todo ello acarrea las siguientes consecuencias a corto plazo:

A) Un porcentaje elevado de alumnos del centro lleva casi dos meses sin recibir clases del instrumento principal. Al mismo tiempo, todos ellos han tenido que hacer frente a gastos de matrícula, residencia y manutención.

B) La oferta del profesorado que favoreció la elección del centro por parte de un gran número del alumnado difiere con la oferta actual y con la situación real del Conservatorio. No nos temblará el pulso al considerar esto, a efectos prácticos, una estafa a los alumnos.

C) Soluciones improvisadas a la problemática del CSMA:
- Convocatorias “express” para la contratación de profesores.
- Exceso de carga lectiva para los profesores contratados con el fin de cubrir las recientes ausencias dentro del personal.

D) Falta de previsión. No existe ninguna certeza de que las plazas vacantes vayan a ser cubiertas. También se desconoce quiénes son los posibles candidatos y cuáles serán los procedimientos empleados en caso de que, efectivamente, se lleven a cabo nuevas contrataciones.

3.- A este complicado e inestable status quo se suma una política de desinformación que ha sembrado la incertidumbre entre los alumnos y que pretende eliminar todas las posibles trabas al plan de acción de la nueva directiva. El caso de manipulación informativa más claro se relaciona con las pruebas del profesorado, ya que han sido presentadas desde el comienzo del curso como “inmediatas” a pesar de que se han prorrogado casi dos meses. También se aseguraba que se haría “todo lo posible” para garantizar la permanencia de los profesores que ya estaban en plantilla, cuando un porcentaje muy importante del profesorado, tanto en volumen como en calidad, ha acabado sin contrato.

EXIGENCIAS

Los alumnos del Conservatorio Superior de Música de Aragón nos manifestamos para expresar nuestra indignación, pero también para exigir los siguientes puntos:

1.- Una normativa para las Enseñanzas Artísticas Superiores que anteponga los criterios de calidad artística a los meramente burocráticos y administrativos. La normativa debe permitir elegir al profesorado más competente para dar clase, por lo que el criterio fundamental a la hora contratar a un docente debe ser, además de su capacidad pedagógica, su actividad como intérprete, compositor, director, etc.
Las pruebas a las que se ha sometido a los especialistas han sido injustas precisamente porque se han antepuesto requisitos relacionados con la entrega de una serie de documentos a la demostración de las capacidades interpretativas, compositivas o docentes.

2.- Un horario flexible para el profesorado y que se adapte a la actividad de los profesores como intérpretes, compositores, directores y músicos profesionales (sin renunciar, por el contrario, a un mínimo de hora lectivas garantizadas). Un Conservatorio Superior no se asemeja en nada a un Instituto de Secundaria y no sólo no puede sino que no debe funcionar como tal.

3.- A corto plazo: una solución a las plazas vacantes que nos aporte un profesorado competente y con un alto nivel musical. Una vez más, esto no es sólo deseable, sino exigible. El CSMA se ha caracterizado hasta la fecha por el extraordinario nivel de sus profesores, lo que ha conseguido situar al centro como una referencia nacional con una proyección internacional creciente. La nueva dirección debe aspirar a mantener la calidad del centro, aunque quizás para ello se hagan necesarios cambios legislativos.

El alumnado del Conservatorio Superior de Música de Aragón es el principal colectivo perjudicado por la situación, a pesar de que ha sido la voz que menos se ha tenido en cuenta. Los cambios en el profesorado de instrumento principal pueden tener consecuencias funestas para el desarrollo musical de un intérprete, compositor o director. No es equiparable a un cambio de profesorado en un instituto de secundaria, puesto que el aprendizaje en música no consiste en adquirir unos contenidos preestablecidos en un temario, sino en llevar a cabo un desarrollo artístico, musical y personal. No todos los profesores pueden desempeñar esa labor.

Los alumnos del CSMA reclamamos una gestión y una política educativa que persiga la excelencia y que garantice a todos los alumnos, tanto actuales como futuros, una formación musical de primer nivel. El futuro del panorama musical aragonés —y en buena medida nacional— dependerá sin lugar a dudas de que los cambios legislativos pertinentes se lleven a cabo con éxito y con la mayor celeridad. Ninguna sociedad europea puede permitirse relegar la educación y la formación artística y cultural a un plano secundario. Si queremos dejar de pisar los talones de Europa, debemos actuar cuanto antes.

Alumnos y alumnas del Conservatorio Superior de Música de Aragón.
Noviembre de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario